Heimir Hallgrimsson, tiene 53 años, es odontólogo de profesión y logró cumplir un sueño: ser el Director Técnico de Islandia.

Comenzó como asistente de entrenador para luego convertirse en el adiestrador de la selección vikinga. Llevando por primera vez a a la copa del mundo al equipo Islandés.

Antes de cada enfrentamiento, Hallgrímsson mantenía un inédita cábala: aparecer en un bar llamado Olver de Reikiavik, capital Islandesa, para compartir con la hinchada, la formación del siguiente partido, cómo iban a jugar y los videos motivaciones para los jugadores.

“Les dije que, antes de cada partido en casa, pasaría por el bar y les reportaría sobre lo que íbamos a hacer”, dijo Hallgrímsson a la página web de la FIFA. “Serían los primeros en conocer la alineación, en enterarse de cómo pensábamos jugar y les enseñaría el video que había montado para motivar a mis hombres exactamente al mismo tiempo que lo veían los jugadores”, agregó Hallgrímsson.

La hinchada, llamada Tólfan, signfica “Doce”  y también es un juego de palabras entre Tól (“herramienta”) y fan (“diversión”).

Tólfan estaba conformado por apenas entre doce y quince hinchas que se reunían en Olver, donde aún se junta la barra.
“Los hinchas pasaron a ser cientos. Y la asistencia al estadio Laugardalsvöllur, a quinientos metros de Olver, se triplicó: las tribunas, con capacidad para 15.000 aficionados, ahora lucían repletas. La Eurocopa de 2016, primera de la selección islandesa en toda su historia, consolidó el fenómeno. Casi el diez por ciento de los 330.000 habitantes islandeses viajó a Francia a apoyar a su selección, que logró un triunfo histórico ante Inglaterra en octavos de final“.

En 2016, periodistas deportivos españoles compartieron una gran anécdota con el The New York Times: viajaron a Selfoss, al sur de Islandia, le pidieron al recepcionista de su hostal si podía ayudarlos a buscar a Heimir Hallgrímsson, el director técnico de la selección de fútbol de ese país. El recepcionista abrió el listado público de dentistas, encontró el teléfono de Hallgrímsson y, así de fácil, concertó una cita con él.

A mediados de este año, el pueblo Nórdico, ha sufrido una dura noticia, Hallgrímsson anunció su renuncia.

Después de siete años dedicados al futbol, decidió retirarse para seguir desempeñándose como odontólogo. Así confirmó la agencia alemana DPA, en Heimaey.

“Nunca antes el fútbol islandés había sido mejor y nunca antes se le había prestado tanta atención a nuestro fútbol. Esperábamos que Heimir continuara, pero como él desea irse, queremos agradecerle por el esfuerzo y desearle todo lo mejor en el futuro“, afirmó Gudni Bergsson, presidente de la KSI, tras la renuncia del entrenador.

Con 24 partidos, Hallgrímsson registró 10 victorias, 4 empates y 10 derrotas.

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